29.8.16

Taller literario "Radioteatro"

Teoría y práctica del guión dramático para lenguaje radiofónico.Viernes 2/9/2016. 

Biblioteca de la Casa de la Cultura 




Feria 2015

"El Personaje en la Novela"



Feria 2014

"El arquetipo de La Sombra en la Literatura"

Sala León Benarós




27.3.15

Carta a Juan Lafinur



(Narrativa de ficción in situ, durante la conmemoración de Juan Crisóstomo Lafinur, 
en el Museo de la Poesía Manuscrita. La Carolina, 27.01.2015)


Santiago, Noviembre 15, año del Señor 1821

     A Don Juan de Lafinur


    Antes que nada, ruego a Vuestra Merced me perdone por enviarle estas líneas.
   Ni siquiera podría asegurar que recordáis mi nombre o mi rostro, ya que apenas nos hemos visto en la tertulia que ofreció Don Gonzalo de Velazco en Valparaíso, a comienzos de primavera.
   Sin embargo, es mucho lo que se dice de Vos. Tanto, como de mí se oculta, para no dar cabida a más deshonra.
  Me atrevo a escribiros por el parentesco que nos unirá en breve, cuando os caséis con mi queridísima prima, y como no sois hombre de formales esclavitudes, por lo que he podido conocer de Vos, sé que no defraudaréis mi osadía.
  Me encuentro desolada, aislada en esta celda por mi familia, hasta que consienta con sus voluntades. Es que me niego a viajar a España como esposa de un hombre de aquella corte, que más valdría para mataderos que para elevar la dignidad de nuestro ejército.
   Eso no sería nada, si - además - no me hallase absorbida por un amor que me obliga a desobedecer los mandatos sagrados. Mi alma vive arrebatada por un caballero de buen linaje y oficio,  que en todo me corresponde, mas ya está casado. Y no he podido sustraerme a obrar como si estuviera tentando al mismo infierno.
   No pretendo que Vos me ayudéis más que a encontrar consuelo.
   Hacedme oír vuestro pensamiento, y me libere yo del terror al fuego eterno y a la maldición de mis propios padres. Al menos, si la excomunión me toca, sabré que no ha de ser tan malo teneros por compañero en el Averno.
   ¿Acaso deben nuestras vidas pasar siempre por el tamiz de dominicos y jesuítas?
   Me es claro que lo vuestro son las Leyes y las Letras, no creáis que confundo vuestro oficio... ¡Es que no hallo confesor que me guíe! Pues como no me arrepiento de mis tendencias, ninguno puede absolverme como debiera.
   ¿Por qué pondría Dios tanto amor en un corazón, si no lo quisiese?
   Decidme que Dios no tortura, Don Juan. ¡O decidme que Él no existe! y os creeré ciegamente. Porque me inclino más a consentir con el valiente contestatario que con el cobarde que se santigua.
   ¿Podrá el Dios de las celestes esferas ofenderse por los actos de conciencia de una frágil criatura?
   Me ha impuesto castigos en mi celda, a ver si con el padecer se alejan de mí los placeres del pensar, como Vos, por encima de las reglas.
   Gracias al que me imponen por prometido, y sin temor a confirmar noticias ilusorias, puedo aseguraros que se gesta la contra revolución en el Río de la Plata, y que el rey sostiene con tesoros ostentosos a los que traicionan a la primera.
   Pues vea Vuestra Merced la incoherencia: desean destruirme por confesar mis sentimientos y negarme a ser parte de sus intrigas... ¡pero me tendrían por condesa si aceptara la fortuna mal habda y me volviera contra los criollos de las Américas!
   Agoniza mi razón, Don Juan.
   Tened piedad... ¡y concededme el Sacramento de vuestras Ideas!

   Aurora


9.9.14

A Solas

Cuando a solas hablamos con el cosmos
y alquimizamos la belleza
Dios observa y escucha.
Después nos recompensa con júbilo y milagro
que solemos llamar hijos, amor y fortuna.
Cuando a solas planeamos con el demonio
y trituramos la pureza
Dios observa y escucha.
Después nos recompensa con ángeles
que nos ayudan a soportar 
dolor y desgracia
que acostumbramos 
atribuirle a Él.

18.7.14

Convocatoria a la Sangre

Me adentro en el universo astral que el Poeta materializa con su palabra. Me uno en maridaje con su metáfora hasta comprender apenas un átomo de la realidad infinita que pronuncia. Solo entonces ¡puedo verlo! Ahí mismo donde antes no veía nada más que una imagen sobre la página. 


          En el espacio sin deterioro, sobre las hojas de almanaques y relojes pulverizados, celebra su ritual el sempiterno daimón del Poeta.
Se escucha su pisada haciendo retumbar la tierra hasta los confines. Es un latido que vibra como la voz, como el tambor, como la tropa. Con poderosa fuerza toca en el parche del sueño.
Llama el numen del Poeta y la sangre escucha. Invoca discípulos con la rosa de los vientos en mano, sin reparar en lejanías, miedos o patrañas.
Llama a la raza de los escritores y ellos perciben por instinto las señales inquietantes, ondas vibrantes que atraviesan el éter como voces submarinas de cetáceos.
Su salvaje canto invoca el poder del cosmos, que no alardea de supremo y le obedece.
Los hábiles guerreros de la pluma van llegando con movimientos de espectros vacilantes, al punto que avistaron desde lejos: el fuego bajo el árbol magno.  
La figura del artífice sanador se insinúa en el humo, al trasluz de la luna, haciéndose visible a sus estrechas miradas. Los necesita fuertes, nuevos. Como chamán curador de sociedades, conjura los serpentinos maleficios de la arrogancia, hasta que los imberbes de la Letra exudan con ácidos hedores, toda la ignorancia. Al fin, los libera.
Uno tras otro se irguen entre las sábanas de Psiquis. Sumidos  en humillación, palpan la desnudez con que fueron recreados. Como adanes y evas soportan el mito desgarrador de haber sido arrojados para siempre del edén de la tribuna.
¿Dónde probará dotes el intelecto? –inquieren, desolados. ¿Quién recogerá las babas cuando suene el batir de palmas?
Con rugido de león, el Poeta les advierte que solo ganarán la inspiración con humildad visceral, con  manos modestas, sucias de rasguñar pieles y barnices.
¡Buscad el material en el alma del mundo! –ordena, y ante los ojos azorados de los razonantes, se abre, cual visión de profetas, el meollo de la civilización.
¡Allí! ¡Allí adentro! – les indica. En el corazón de la caldera donde todos los pecados se cuecen. Donde se confina a los honestos. Donde cumplen pena los atrevidos. ¡Allí!  En el magma astral del orbe, del que no deben ser quitados, pero al que ya no pertenecen.  Allí deben pisar sin quemarse y pernoctar sin pervertirse. Allí, tienen que destilar las preguntas puras, descifrar los anhelos, asistir a las agonías, descubrir la bisagra entre la caída y la gloria.
¡Ahí!- clama bravío, induciéndolos a arrojarse en la luz desintegradora- ¡En el revés de la urdimbre, en el reflejo móvil de la obviedad!
Espantados, aceptan que no habrá misericordia.
Tendrán que regresar a arar la dura evidencia, a sudar las frentes iluminadas por el empeño de amar “¡A como sea!” 
En bandadas se arrojan al gineceo alquímico para emerger áureos, creadores de la palabra nueva, del idioma a-pronunciado que trasciende distancias, tiempos y materias.
Entonces el Daimón sopla, enviándolos a cumplir con la misión irrevocable: ¡resucitar el espíritu!


Publicado en la Antología Cuentos y Relatos S.A.D.E. Tomo II, para la 40° Feria del Libro de Buenos Aires, 2014.

 

14.7.14

POR QUÉ ESCRIBO NOVELAS

La práctica asidua del Teatro fue la que me condujo a escribir. El hábito de adentrarme en los espacios vacíos, de acechar y agudizar la percepción hasta ver los ambientes y escuchar lo que dicen "ellos".

Vagar en ese laberinto de espejos de la Historia me hizo comprender que las historias, tanto las deseadas como las negadas, acompañan a la que acontece como la carne al hueso.

Trama apretada de suspiros que devienen en voces y anhelan ser oídas.

Daimons, espíritus o personajes se agolpan tras los cristales, pidiéndome que reciba sus testimonios.

Nunca imaginé que una de mis profesiones en desuso, la Estenografía, me daría la técnica justa para estampar en el papel sus relatos, los cuales se transforman en parlamentos.

Me secuestraron a sus ámbitos, ya fueran gloriosos o rastreros. Me hicieron asistir a sus dramas y sentí la compasión de ser la única testigo de sus escenas. Solo me quedaba un camino, el despreciado: ser la historiadora indocumentada, la portavoz de sus secretos jamás registrados, perdidos en el río de Heráclito y Parménides.

Tuve que prestarles mi propia historia para injertar la de ellos, y así, finalmente, me convertí en novelista.

Vienen de cualquier siglo, más allá de la impaciencia que aqueja a los mortales.

Esperan detrás de los cristales del einsteiniano laberinto a los osados estudiantes de la Tabla Esmeralda: los narradores de las historias paralelas."


Biografía

Norah Llanes nació, estudió y trabajó en la ciudad de Buenos Aires.  Actualmente, reside en una pequeña villa serrana de la provincia de San Luis.

Artística

Estudió música desde muy temprana edad. Actriz, asistente de dirección teatral y televisiva, integrante de una compañía experimental de Ópera, instructora de Canto y Teatro, e investigadora de la Cultura del Tango. 
Posee una polifacética visión del Arte, la Cultura y sus manifestaciones.
Se dedica - además de escribir - a enseñar Teatro, Canto, y la Danza del tango argentino.

Literaria
  • Trabajó como correctora de textos y maquetación de libros, en la Editorial 18 de Abril, en Buenos Aires.
  • Participó como disertante en el XVII Encuentro Nacional y Latinoamericano de Escritores, celebrado en la Villa de Merlo (SL) en 2001, con el tema Aromaterapia para el Arte.
  • Disertante en las III y IV Jornadas de Literatura (2011-2013) organizadas por la S.A.D.E. en Concarán (SL). 
  • Fundadora de la comisión de escritores de S.A.D.E. Villa Larca (2012). 
  • Escritora invitada en las Jornadas "Leer la Biblioteca" del Colegio Nacional de Villa Mercedes, San Luis.
  • Actualmente trabaja como presidenta de la Sociedad Argentina de Escritores - S.A.D.E. Provincia de San Luis.
  • Investiga, desde hace años, el fenómeno lingüístico de El Lunfardo en las Letras argentinas.
  • Su escrito “Convocatoria a la Sangre” fue seleccionado para integrar la Antología de Cuentos y Relatos que publicó la S.A.D.E. en ocasión de la 40° Feria Internacional del Libro 2014, en Buenos Aires.
  • Como autora de obras de Teatro, ha recibido menciones honoríficas por su interesante aporte cultural. Sus títulos puestos en escena son: “Yo soy el Tango”, “De Compadres y Papusas”, “La Taberna de Cano”, “Apagón General”, “De Tacos y Zapatillas”, “Salvataje en el barrio”.
  • Es autora del guion de Radioteatro “Sierras de Fuego”, que se emitió por primera vez en 2010, en honor al Bicentenario Argentino. Esta radionovela, declarada de Interés Cultural por el Honorable Consejo Deliberante de la Villa de Merlo (SL), recibió el Premio" Carolina Tobar García 2013” a la mejor producción integral.
  • Su novela histórica y romántica “Sierras de Fuego. Argentina, 1921”, ha recibido el reconocimiento de la Unión Hispano mundial de Escritores (UHE), que le otorgó Diploma “por su valor histórico y aporte a la cultura mundial.”
  •  Su última novela “El Hechizo que más quiero”, se refiere al amor a través de las vidas sucesivas, y se encuentra en espera de edición. 

Terapéutica

Reeducadora de dislexia y consejera de adolescentes en escuelas secundarias. Trabajó como misionera durante diez años, en el interior del país.
Creó y condujo programas radiales sobre medicina natural y cultura general. Recibió el premio Rosa de Plata en el rubro Salud por su programa “Flores y Vida” emitido por FM Devoto, en Buenos Aires.
Obtuvo el título de Practitioner en el Dr. Edward Bach Institute, dedicándose hasta hoy, a la formación de Auxiliares de la Salud expertos en Terapia Floral y a la atención de personas en momentos de crisis. 
Comenzó como escritora con ensayos sobre Terapia Floral publicados en revistas y congresos especializados.
Es facilitadora del conocimiento del Eneagrama, intérprete de sueños, aromaterapeuta y coordinadora de grupos de estudio sobre Arquetipos Psíquicos.
Estudió y experimentó terapias de integración anímica, en prestigiosas instituciones de Buenos Aires y Sao Paulo, con especialistas en Terapia Transpersonal.

Internación

Internación

Me detengo en la rotura del tejido grisáceo.
Reparo en el quejido de la nave en penumbra.
El silencio sospecha que detrás del tabique
las cosas son como todos los días.

Pasan como un río bullendo
los chicos, los  autos,
los vendedores y las bicicletas.
Entienden pero no saben.
Imaginan pero no observan.
(Igual que nosotros antes de ahora).

Los que estamos en el susurrante
fraseo doliente de la espera
comprendemos que deben ignorarnos.
Es demasiado el peso del sufrimiento ajeno.

Cables rotos, una gotera,
un desagüe perdiendo sin remedio
son el fondo de la escena con vestuario descartable.
Estoy lista para derrotar gérmenes y pathos
en sangrienta batalla librada en la propia arteria.

Hasta que cruza veloz
el ínfimo pensamiento, el repudiado.
El que detona la angustia,
de la carne blanda, de papel,
la mortal.
Barajo una posibilidad entre mil
de que me vaya por el agujero del tejido grisáceo.
En ayunas y recién bañada.

Pero me tocan con ternura
tus manos que salvan.
Andrógina criatura de guardapolvo azul.
Tu rostro no necesita voz.
Es pura mirada en esta frontera.

¿Quién necesita más que tu mirada teresiana?